Con el tiempo muchas personas llamarán a tu puerta, piensa bien si abrirles, se capaz de míralos por dentro y por fuera y decide. Abres. Mientras más adentro pase, más te costará dejarle irse. Algún día llegará a ese punto en el que se hace imprescindible para ti, lo necesitas y ni te quieres imaginar el vacío que dejaría en ti si algún quisiera marcharse.
Tu no sabes lo que me has dado, eso te lo digo yo:
Lo que la luna al mar anclado, lo que la gloria al perdedor.26
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