domingo, 18 de septiembre de 2011

kleenex.

No puedes huir de los problemas eternamente, tarde o temprano estos te alcanzan, y te tienes que enfrentar a la realidad. No puedes ignorarla, aunque duela, y no puedas respirar. En esos momentos, el mejor amigo que tienes en un paquete de  kleenex, no quieres a nadie más, nadie lo entiende. Cuando los  kleenex se acaben, te darás cuenta de que ya has llorado lo suficiente, y no lo volverás a hacerlo por ello. Dejas de lamentarte y empiezas a buscar soluciones a tus problemas, alguien me dijo una vez que todo tiene solución menos la muerte. Siempre te puedes arrepentir de algo que has hecho, nunca es demasiado tarde. Las mejores cosas de la vida, en algún momento, duelen, es un buen síntoma creo que si duele es que te importa.


Si sigues llorando porque se ha ido el Sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas.

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